Transición energética justa
Desde TerraVida consideramos indispensable el cambio de matriz energética pero esto no solo implica el abandono de las energías fósiles, sino además el compromiso de que los proyectos de energías renovables respeten los derechos humanos, la capacidad de carga de los ecosistemas y que los pueblos y comunidades participen directamente en los procesos de toma de decisiones. Colaboramos con comunidades para impulsar una transición energética justa frente a proyectos de extracción petrolera, fracturamiento hidráulico (fracking) y gasoductos en mar y tierra.
El fracturamiento hidráulico o fracking es un método de extracción de gas natural que se basa en un proceso de ingeniería geoquímica en el cual se perfora el subsuelo a grandes profundidades. Se inyectan volúmenes de agua a la comunidad con arena de sostén y productos químicos a alta presión para fracturar la roca, facilitando la liberación de hidrocarburos que se encuentran en yacimientos no convencionales. En una investigación identificamos que en el municipio de Papantla, Veracruz, una de las principales regiones de extracción petrolera, se realiza el fracking en al menos 56.8% de los pozos con un total de 1168 pozos en 2022, y que se implementó desde el año 1996 en el municipio.
Esta actividad tiene graves impactos de contaminación del suelo y de los acuíferos por los fluidos vertidos en agua superficiales y subterráneas, de emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera, del riesgo de movimientos sísmicos, la contaminación por productos químicos, así como las repercusiones al paisaje, la salud, la organización e identidad cultural de las personas. Las comunidades totonacas no fueron informadas ni mucho menos consultadas sobre la realización de fracking en su territorio, por lo que TerraVida ha colaborado con documentar, difundir y realizar acciones de defensa.
Contaminación por hidrocarburos en Tabasco
La extracción petrolera puede tener graves consecuencias por derrames y contaminación por hidrocarburos del agua y los suelos, que impactan en la salud, las formas de vida, la identidad cultural y el proyecto de vida de las comunidades y personas que habitan en los territorios impactados. Tabasco ha sido uno de los Estados con mayor actividad de extracción petrolera y altos registros de contaminación por hidrocarburos. Las autoridades responsables no han realizado suficientes acciones para inspeccionar y sancionar, por lo que las comunidades se quedaron con los costos externos que genera está actividad económica. Junto con las comunidades, hemos realizado denuncias y acciones ante instancias nacionales e internacionales para cuestionar las prácticas irresponsables por las autoridades y empresas, así como lograr la reparación de los daños ocasionados.
Extracción petrolera en el mar
En el Golfo de México se encuentran importantes reservas de petróleo, que están siendo extraídas en 640 pozos activos en aguas someras y han tenido afectaciones directas e indirectas por derrames de hidrocarburos a los arrecifes, manglares y por ende a la pesca. Las asignaciones petroleras se traslapan con la superficie del Corredor Arrecifal del Suroeste del Golfo de México en la zona Norte y Sur, lo que ha significado la constante amenaza de la posible construcción de nuevas plataformas que pueden afectar a los arrecifes y la pesca de forma irreversible.