Entornos seguros para personas y comunidades defensoras
En Terravida consideramos que las personas y comunidades defensoras son agentes democráticos de suma importancia porque su trabajo permite generar información y la construcción de una crítica razonada a las decisiones de empresas y autoridades, sin embargo no cuentan con un entorno seguro para realizar su labor.
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En este sentido, TerraVida busca contar sus historias, honrar su trabajo y contribuir a construir un ambiente seguro como se ordena en el artículo 9 del Acuerdo de Escazú. Por ello también dedica parte de su trabajo a la correcta implementación de dicho acuerdo en el ámbito legislativo, ejecutivo y judicial.
Desde TerraVida tenemos como metodología realizar registros de agresiones en los procesos de defensa que acompañamos, consideramos que conocer la forma en que éstas se realizan nos proporciona información de cómo cuidarnos mejor y cómo tomar mejores decisiones. Asimismo, proporciona un nivel de conocimiento del contexto que es necesario para los procesos de defensa.
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En TerraVida queremos visibilizar la labor de defensa de las mujeres y los impactos diferenciados que las agresiones producen en ellas, entre ellos los impactos psicosociales. Asimismo, consideramos importante generar y gestionar espacios de personas defensoras en donde se puedan intercambiar herramientas de autocuidado y cuidado colectivo como parte de la seguridad integral.
