Autonomía, territorios y patrimonio biocultural
Consideramos que una de las mejores formas de cuidar y regenerar a la naturaleza y la biodiversidad, y de poner fin al racismo ambiental que sufren los pueblos indígenas y comunidades equiparables, es a través de la visibilización, respeto, protección y defensa de sus territorios, sus patrimonio bioculturales y sus formas de manejo comunitario desde sus cosmovisiones y sistemas normativos propios.
En TerraVida realizamos acciones de investigación e incidencia para analizar, diseñar e impulsar instituciones y normas, basadas en el principio de pluriculturalidad, que garanticen los derechos humanos de los pueblos y comunidades y de las y los guardianes de la naturaleza. Esta línea de trabajo abarca un abanico de posibilidades, que corre desde la organización de ferias de semillas y la investigación sobre valores diversos sobre temas clave, hasta la defensa integral y el litigio estratégico en contra de las industrias extractivas.
Visibilizar otras formas de relacionarse con la naturaleza
Durante siglos, los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades equiparables de nuestro país han sido violentados para construir al Estado mexicano como un monolito, como un Estado donde solo existe una identidad cultural y donde solo hay una visión de desarrollo. Se han impuesto sistemas políticos, jurídicos, culturales y de manejo de la naturaleza sobre las formas de organización propias de estas comunidades y pueblos. Por ello, en TerraVida buscamos visibilizar la diversidad de cosmovisiones, prácticas de manejo y gobernanza en relación con la naturaleza e identificar caminos hacia un Estado Pluricultural que reconoce y respeta la autonomía de la diversidad de culturas que lo integran.
La relación que mantienen con el suelo los pueblos indígenas y las comunidades equiparables de México se basa en el cuidado y respeto hacia la Madre Tierra. Partiendo de esos valores se propician prácticas y formas de gobernanza que crean paisajes diversos y territorios para la vida. En contraste, el Estado mexicano y su legislación se relacionan con el suelo basados en criterios económicos e instrumentales, al mismo tiempo que niegan, discriminan y obstaculizan otras formas de relación. En el informe Entre el suelo y la tierrita. Un diálogo entre comunidades indígenas y la normatividad mexicana establecemos un diálogo intercultural con comunidades nahuas, masewal y zapotecas que camine hacia la construcción de un marco normativo bioculturalmente justo en torno al suelo.
Semillas nativas y agricultura tradicional
Las semillas nativas están en el corazón de la reproducción de la vida y de nuestras identidades culturales, pues en muchos sentidos los alimentos definen quienes somos. Los procesos de domesticación realizados por cientos de generaciones de campesinas y campesinos han generado múltiples patrimonios bioculturales y con ello, constituyeron la gran diversidad agrícola que es la base del sistema alimentario mundial.
A través de procesos judiciales y de incidencia, ferias agroecológicas, investigación colectiva y generación de propuestas, realizados en colaboración con comunidades indígenas y campesinas de México, TerraVida contribuye a la visibilización, cuidado y defensa de los patrimonios bioculturales de las semillas campesinas, así como a su defensa como bienes comunes.
La lucha de los pueblos por sus territorio y en contra de los megaproyectos
Los pueblos y comunidades indígenas, campesinas y urbanas resisten y defienden sus proyectos colectivos de vida frente a los intereses capitalistas que imponen un único modelo de desarrollo, extractivista y depredador. Con megaproyectos —energéticos, de movilización de mercancías y agroindustriales— y programas gubernamentales, impulsados por el Estado y el sector privado, se imponen intereses ajenos al de las comunidades que niegan la posibilidad de crear sus propios proyectos colectivos de vida. En TerraVida acompañamos las luchas y demandas de los pueblos indígenas y comunidades equiparables para exigir el cumplimiento de sus derechos humanos vinculados a la naturaleza, tierra y territorio, con el objetivo de que puedan seguir reproduciendo sus formas de vida.
El Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es un megaproyecto basado en una lógica económica y de expansión del capital, que impulsa una sola visión de desarrollo. Las comunidades indígenas y equiparables resisten a esta visión hegemónica y defienden la propia. Conoce esta lucha desde la voz de una defensora del territorio y derechos humanos del pueblo Mixe o Ayuuk: